“Sí ya soñé con ganar esta final, yo creo que siempre sueñas con estar en ese objetivo y hay que estar conscientes de trabajar para alcanzar esa ilusión. El camino no ha sido fácil, pero con trabajo diario de los entrenamientos y en los partidos vas saliendo adelante”, se esperanza.
El “Pikolín” portero ha vivido un Clausura 2011 agridulce, pero ha sabido reponerse de los errores que ha cometido para engrandecer su figura. Su afición se lo reconoce afuera del estadio Olímpico Universitario: no deja de pedirle autógrafos, fotografías, y que ayude a los Pumas a ser campeones, después de ser el principal responsable de “victimar” al Guadalajara en semifinales.
Él corresponde al cariño y confianza que le muestran sus seguidores y promete su entrega máxima, porque está en un gran momento para encarar la serie ante Morelia, su primera final.
“Todos en el equipo estamos muy felices, ilusionados, estoy en mi primera final, como muchos de mis compañeros y uno se siente muy bien para afrontarla con toda la responsabilidad y seriedad que se le tiene que dar. Ahorita me siento en el mejor momento de mi carrera para estar ahí y con muchas ganas de que ya empiece”, señaló.
La paciencia lo acompañó durante su carrera como guardameta profesional. Para ser titular en el arco auriazul tuvo que esperar mucho tiempo, “comer banca” casi ocho años. Aguardó al retiro del eterno Sergio Bernal para cumplir su objetivo aunque no se esperaba estar a un paso del título tan pronto.
“Siempre estaba la posibilidad de jugar como titular, pero hasta que no se retirara [Sergio Bernal] pues no podría ser un hecho, pero ahora ya me toca estar aquí y muy rápido estar en mi primera final de mi primera Liguilla”, presume.
Ahora, como dueño de la portería, agradece el apoyo de los aficionados puma que jamás dejaron de alentarlo para reponerse de su error ante Chivas y que ahora tampoco lo dejan solo a la hora del “partido bueno”.
“Me siento muy contento, ya estamos en una final, que es para lo que uno trabaja todo el torneos y es de los momentos que hay que disfrutar al máximo y tratar de ganarla para que esa alegría crezca y correspondas a la afición que no se ha cansado de mostrarme su apoyo”, sostiene.
Su alegría se contagia a quienes le piden que vuelva a ser el héroe de nuevo el domingo. Palacios ríe cuando se le recuerda que rompió un acrílico del túnel hacia el vestidor del estadio Olímpico, en la celebración del pase a la final.
Pero entre las risas de “Pikolín” portero surge la ilusión de ser campeón, tal y como ya lo soñó.
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