Visión Azul y Oro: “El puma resurgió de las cenizas”

Más allá de la alegría de pasar a la semifinal, hay que resaltar el cambio de actitud que hubo de un partido a otro por parte de Pumas, de ese equipo desubicado, sin actitud y poco efectivo, pasó a ser el cuadro que tantas satisfacciones le dio a la gente que lo apoyó en Ciudad Universitaria y obtuvo el resultado necesario para seguir adelante en la búsqueda del título.
En lo táctico no hubo muchos cambios porque el plantel no da para ello, pero sí era importante que los jugadores entendieran que el subliderato ahora sólo sirvió para limpiar el reguero que hicieron el jueves, pero que las etiquetas no deben ser más importantes que el buen futbol.
Los destacados fueron muchos: Efraín Velarde, Javier Cortés, Francisco Palencia y David Cabrera, así como la mención honorífica a Carlos Orrantia y Luis Fuentes que le dieron dinamismo a los felinos para mantener la presión sobre los regios y sacarles el resultado.
Pero también hay que mencionar al que quiso y no pudo, Dante López, cuya única virtud fue buscar la pelota y sacrificarse físicamente para ir a los costados, el problema es que sólo se sabe una jugada y eso limita las posibilidades de que le salga bien.
Juan Carlos Cacho tampoco tuvo su mejor partido, se nota que le sigue pesando el regreso, pero el hecho de que juegue le ayuda a retomar eso que lo hizo pelear por el campeonato de goleo hasta antes de la lesión, se está a tiempo para recuperarlo en estas rondas definitivas.
De Martín Bravo ni qué decir, también estuvo por debajo de lo que le conocemos, pero su velocidad siempre es preocupante para los rivales y eso ayudó a que los zagueros siempre estuvieran al pendiente suyo.
Sí, parece que la lección quedó aprendida para los universitarios y ahora ante las Chivas no hay que jugarle al faquir porque después vienen las complicaciones y aunque la garra siempre es un recurso, no es lo más recomendable tomarla como el único argumento para salir adelante.