Pumas, un campeón con espíritu y garra

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  El conjunto felino hizo valer su localía y no se echó para atrás con los destellos de Monarcas. Al contrario, su fuerza y voluntad los sacaron adelante
• CIUDAD DE MÉXICO.- Con la ilusión despertaron.
  
  Desde a temprana hora, la final rondaba en sus cabezas. No había otro tema.
  
  Pumas y Morelia tenían que definir el título para ser el mejor del futbol mexicano.
  
  Ciudad Universitaria lució un lleno espectacular.
  
  Un dispositivo de seguridad especial para la final, pero hubo “huecos” que no cubrieron y la reventa hizo de las suyas.
  
  Las porras apoyaron con todo, en especial los seguidores de Pumas, que opacaron a los de Morelia.
  
  ‘Goyas’ y los clásicos cánticos en contra del rival se hicieron presentes una y otra vez.
  
  Los aficionados estallaron en júbilo cuando llegó el primer gol de Palencia, vía la pena máxima.
  
  Poco les duró el gusto porque Monarcas, a través de la misma manera, se encargó de responder al insulto universitario.
  
  Las rechiflas también se dirigieron a Marco Antonio Rodríguez por sus decisiones al marcar los penales.
  
  Uno y del otro lado trataban de perforar la red enemiga, pero los intentos se quedaban en suspiros.
  
  En el segundo tiempo, Javier Cortés derrumbó las esperanzas purépechas al convertirse en el héroe, por el momento, tras sacar una pelota que llevaba veneno.
  
  Pumas se fue con todo en busca de la gloria, pero Monarcas tenía el antídoto para calmar los ataques.
  
  Hasta que llegó Javier Cortés y comenzó la faena por el lado derecho. Se quitó a los enemigos con maestría. Y con una definición espectacular y brillante, sentenció el segundo tanto para Pumas.
  
  La exaltación de los aficionados felinos se hizo presente.
  
  Los minutos finales fueron angustiantes para toda la comunidad de los Pumas.
  
  Llegó el silbatazo final y la coronación de una campaña de brillo para los universitarios.
  
  Los jugadores de los Pumas levantaron el trofeo de campeón a todo lo alto, por lo que los cánticos, la euforia, la alegría, el llanto se apoderaron de Ciudad Universitaria.
  
  La vuelta olímpica, orgullo universitario.